0-2 El Real Ávila supo nadar en la piscina del Helmántico

Ángel G. Alameda / El mejor escenario en el que se pueden encontrar los equipos del Grupo VIII de Tercera RFEF, el Helmántico, un estadio de Primera División, no presentaba las mejores condiciones para desarrollar un partido de fútbol. La intensa lluvia que caía hizo que el terreno de juego estuviera encharcado y con lagunas en casi toda su superficie, que impedía que el balón pudiera rodar y se quedaba clavado sobre el agua. En tales circunstancias el Real Ávila mantuvo el tipo y ante el Salamanca UDS mostró que la directa que había metido en el mes de diciembre ganando tres encuentros seguidos, no era fruto de la causalidad y que pocos contrarios podrán desarbolar en estos momentos a los abulenses.

El conjunto encarnado anotó dos goles tras la reanudación, suficientes para distanciar en tres puntos a un rival en cuyo banquillo se estrenaba en su tercera época el mexicano Jehú Chiapas y sobre el terreno de juego volvía en una segunda etapa el futbolista abulense Javi Navas, que fue uno de los mas destacados del conjunto charro. Se sabía que con el paso de los minutos el estado del campo podía pasar factura. Sin embargo, ahí quedó reforzado el cuadro que dirige Borja Rubiato, saliendo triunfador en el primero de los tres encuentros de suma importancia que afronta en el mes de enero contra las mejores. Porque después le toca lidiar con el Astorga y la Arandina, comenzando con riesgo la segunda vuelta de la competición.

El técnico abulense dejaba fuera del anterior once inicial a Dani Marqués, Javi de Mesa y Jorge Velasco, dando entrada a David Sanz, Alberto Martín y Toper. Con estos cambios el arranque del partido dejó ver que los equipos estaban obligados a realizar un juego directo, con balones en largo e intentando sacar rédito en las segundas jugadas. Imposible practicar el fútbol de pase. Aún así, el Real Ávila trató de dar un buen trato al balón, jugando como si el agua no fuera el principal obstáculo para ello.

A los seis minutos de empezar el duelo, casi de waterpolo, el Salamanca estuvo a punto de aprovechar una salida de Ñete de su portería en la que se resbalaba. Javi Navas vio la ocasión de sorprender a sus paisanos y adelantarse pronto en el marcador. Pero la pelota se paraba tras su envío en el área chica y allí Peñalvo pudo forzar un saque de esquina.

Respondió pronto el cuadro abulense cuando en el 12’ Sito Cruz mandaba el esférico al área contraria en un saque de banda y Carlos Pascual no pudo rematar porque se frenaba en el charco de rigor y la defensa salmantina despegaba el peligro. El partido recordaba a los que en décadas anteriores se celebraban sobre todo en el norte de España, el fútbol de barro.

Pese al fango, el Salamanca pudo realizar una buena jugada combinada en el área visitante, aunque en última instancia Gabri Salazar no pudo acertar en la definición final por el agua acumulada y la salida del meta encarnado que atrapaba el balón. Cuando se había rebasado el ecuador de la primera parte, Llorián impedía con su despeje casi debajo de palos un remate de cabeza de Marc Padilla a centro de Javi Navas que hubiera supuesto ponerse por delante en el marcador el equipo charro.

El Real Ávila trataba de salir con el balón desde atrás, pero era un imposible y una de las pocas formas de percutir sobre el rival era en las jugadas a balón parado Lo intentó David Sanz en un saque de esquina en el 36’, atrapando el guardameta Miguel del Río. Igualado a cero se llegaba al descanso.

Todo cambió tras la reanudación. A los tres minutos Toper hizo un golazo mediante un trallazo, tocando la pelota en el travesaño antes de entrar. El 0-1 se había iniciado tras perderla el local Souley y efectuar el equipo visitante una buena jugada sobre un terreno de juego que se había convertido en un barrizal, una vez que la lluvia dio una tregua.

Lo pasaba mal el Salamanca viendo como en el 64’ David Sanz estuvo cerca de hacer el 0-2. Vio adelantado al arquero local y mandó desde el centro del campo el esférico hacia la portería, en el que no entraba por poco. Tres minutos más tarde Borja Rubiato realizaba el primer cambio, sacando al defensa Diego Rubio por el delantero Alberto Martín. Era una forma de protegerse para mantener la mínima renta a favor.

Casi seguido, Fabio le daba una patada a Toper y recibía la segunda tarjeta amarilla dejando a su equipo en inferioridad numérica. Como consecuencia de la falta señalada por la acción anterior, Adeva ponía el marcador en 0-2 al peinar de cabeza al segundo palo la pelota que había lanzado David Sanz. Quedaba finiquitado el partido a favor del Real Ávila, en detrimento de un Salamanca que no pudo hacer efectivo lo de a entrenador nuevo, victoria segura, siendo su cuarto encuentro consecutivo sin ganar y la cuarta derrota seguida.

Tres puntos más para el zurrón del conjunto abulense, que se afianza en la cuarta plaza, dejando atrás a su último contrario y a sus otros más inmediatos perseguidores, Almazán, Tordesillas y Mirandés B, quienes perdían en sus respectivos compromisos.