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| Carlos Soria mira la montaña del Annapurna |
Queridos amigos:
Ya tenemos fecha. Dentro de dos días, el próximo martes, nos vamos hacia la cumbre del Annapurna. Esta mañana, en mi entrenamiento de primera hora, me he acercado como es habitual hacia el campo 1, y allí he visto que como estaba previsto, hacía mucho viento en la cima, entre 70 y 100 kilómetros por hora. Eso es bueno, porque el viento en altura limpia la montaña de la sobrecarga de nieve que todavía tiene. Y después, a la hora del desayuno, hemos visto las previsiones, y entre los días 4 y 6 de mayo se abre un período de tiempo suficientemente bueno como para intentar llegar hasta arriba.
Así que hemos decidido que pasado mañana, el martes, comenzamos a subir, la primera etapa directamente para llegar al campo 2. Nuestra idea es pisar la cumbre a primera hora de la mañana (hora nepalí) del día 4 de mayo, para estar de vuelta en el campo base el día 5 por la tarde. Eso si todo sale bien. Pero incluso si nos retrasamos por alguna causa, tendríamos el día 5 y también el 6 de mayo para alcanzar la cima de esta montaña tan difícil, pero tan especial.
A lo largo del día han pasado por aquí muchos de los alpinistas de la otra expedición, expectantes por saber cuáles eran nuestros planes y nuestras previsiones meteorológicas. Entre todos hemos decidido que esta es la mejor opción. También hemos hablado de la mejor forma de colaborar, ya que es posible que haya que instalar cuerdas para llegar al campo 3, si es que se las ha llevado por delante algún corrimiento de nieve. Parece que hay buena armonía entre todos nosotros, así que nada debería impedirnos tener éxito en este intento.
Sólo espero que al tiempo, siempre tan impredecible aquí en el Himalaya, no le dé por cambiar, y nos estropee la planificación. Yo estoy contento, porque tengo muchas ganas de subir esta montaña, y si lo consiguiéramos en estas fechas, nos daría tiempo a intentar también el Dhaulagiri. Siempre que bajáramos en buenas condiciones, como es lógico. Pero prefiero no adelantar acontecimientos, porque ya sabemos que el Annapurna no nos lo va a poner fácil. Pero saber que en un par de días estaremos intentándolo, ya son muy buenas noticias.
Un abrazo,
Carlos Soria (Campo base del Annapurna; 29 de abril)
