«Hay quien dice que los jugadores más creativos deben estar liberados de tareas defensivas. Yo creo que quien dice eso no sabe nada de fútbol. Los once jugadores deben saber qué hacer en posesión del balón y qué hacer cuando el adversario tiene el balón» (José Mourinho)
Comentario de Fernando López del Barrio
 

El Real Ávila respondió en el campo a la derrota en Valladolid el pasado fin de semana ante el líder. Salió decidido a cerrar pronto el partido y sabía desde el principio para “sanarse” de una derrota es ganar. Así las cosas, empezó bien el partido, con dominio y llegada con facilidad a la portería contraria, y fruto de ello en el minuto dos ya había tenido dos claras ocasiones de gol. En el minuto 6 se cumplió lo de “tanto va el cántaro a la fuente…”, que llegó el primero por mediación de Galindo.

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El Real Ávila se encontraba cómodo, dominando el balón y en definitiva el partido y en el espacio de seis minutos llegaría dos goles más, en el minuto 17 de Galindo –gran partido de David- y en el 23, según el árbitro en propia puerta (todos pensábamos que el gol había sido de David Galindo). Se ponía distancia por medio y el Benavente apenas había despertado y no inquietaba a la portería de Adrián. En resumen, un primer tiempo muy cómodo.
Vino quizá el relajamiento psicológico. Cuando un equipo va ganando cómodamente de una manera inconscientes hacer perder un poco la intensidad, bajar el ritmo en definitiva. Todo cambió, no se daban dos pases seguidos y apenas se disponía de ocasiones de gol que llegarían al final del partido, pero sin embargo el Benavente seguía sin llegar a portería ni supo aprovechar ese bajón en el juego local.
 

Aunque fue en una jugada aislada, corría el minuto 58, cuando Ángel, el número 2, marcaría el gol para los visitantes. Pero el Real Ávila de este año tiene una efectividad cara al gol importante e inmediatamente, un minuto después, con un gol de David Mayoral, su fuerza, entrega, ambición y efectividad ante la portería es impresionante y así dejaba las cosas igual.
 

En resumen, segundo tiempo con poco juego y un Benavente que con el 4-1 perdía tiempo y pedía el final del partido porque veía que se podía llevar más goles porque en el descuento el Real Ávila disponía de claras ocasiones de gol.

El Real Ávila vuelve a la senda de los triunfos, se recupera inmediatamente de la derrota en Valladolid y sigue completando una temporada muy buena. La afición contenta y los chavales queriendo seguir haciendo historia, intentando quedar lo más arriba posible. Pero haremos caso al entrenador abulense que el primer objetivo es mantenerse. Eso parece que ya está a tiro. Alrededor de los treinta puntos, se llevan 24 puntos. Hay que valorar ocho victorias y sólo dos derrotas, ante el líder y la Ponferradina, ambas, sin embargo, con excesivo castigo. Quizás añadir que es un buen resultado aunque no buen partido. El equipo debe volver a encontrar el juego de conjunto y el toque.
 

El árbitro bien, no tuvo ninguna complicación.
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