@deportesavila / Con toda la plantilla encarnada arropándole, que le ha proporcionado una fuerte ovación al finalizar su intervención, Eduardo Martín Muñoz ‘Edu’, a sus 28 años se ha despedido por motivos laborales del fútbol y del Real Ávila, la que ha sido su casa futbolística durante las cuatro últimas temporadas.

El director general de la entidad encarnada, Carlos González, se ha referido con merecidos elogios del segundo capitán del equipo, definiéndole como “un jugador y una persona excepcional, tanto dentro como fuera del campo”, que no ha puesto “ni una mala cara, ni cuando juega ni cuando deja de jugar”. Tampoco cuando ha tenido que ocupar diversas posiciones en el campo.

A Edu se le ha dicho adiós con tristeza en la que “será su casa siempre”, pero con alegría “por su futuro profesional”. La decisión de dejar el Real Ávila y el fútbol le “ha costado mucho. Lo ha hecho “quizás en el mejor momento futbolístico”, considerando que es “mejor así y no en el declive”. “El fútbol no era mi prioridad sino una antesala de los estudios y expectativas profesionales”, ha dicho.

El ya ex jugador se ha referido a los cuatro años que ha estado en el club, al que llegó “con el objetivo de devolverle a una categoría de la que nunca debía haber bajado”. El primer año fue “precioso, del que guardo buenos recuerdos que nunca voy a olvidar”. Respecto de los otros tres, en los que el objetivo era jugar el play off de ascenso, ha tenido “altibajos, sobre todo marcados por las lesiones”, salvo en la última temporada, la “mejor deportivamente” para el futbolista abulense, actuando “en una demarcación totalmente nueva para mí” como era la de lateral derecho, que se ha cerrado con el premio de jugar con la selección de Castilla y León la Copa de Regiones UEFA en Alemania.

Edu se ha sentido en su estancia en el Real Ávila “arropado por el afecto de los aficionados”, a los que muestra su agradecimiento así como a todo el cuerpo técnico, directivos y personal del club. Ha recordado a todos los entrenadores que ha tenido, “de los que estoy muy agradecido por haberme hecho disfrutar dentro del campo”. También ha dado las gracias a su familia, “que me ha seguido y apoyado allá donde he jugado”. Finalmente la mayor gratitud ha ido dirigida a sus compañeros, con los que ha forjado “grandes amistades”, en un “vestuario unido”. “Es lo más valioso que me llevó de mi paso por el Real Ávila”, ha concluido.

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