El equipo del fallecido Weytland, Leopard Trek, entran juntos en la meta de la 4ª etapa
Carlos Sastre, como todos los participantes en este Giro de Italia, se mostraba serio y conmovido al cruzar la línea de meta de Livorno con sus compañeros de equipo y de pelotón.

Quiero valorar y agradecer, sobre todo al público, las muestras de respeto que nos han mostrado a lo largo de todo el camino hacia Livorno, con pancartas y símbolos de emoción que a todos nos hacía recordar lo sucedido en el día de ayer”, decía el corredor del Geox-TMC visiblemente emocionado.
Dentro de la dificultad que tenía el inicio de esta etapa, se ha salvado con cierta rapidez. Hoy se ha tomado una decisión justa y sensata. Creo que lo mejor para todos era hacer la etapa lo más rápida posible y creo que todos los directores y la dirección del Giro de Italia han decidido que tirásemos diez kilómetros cada equipo, como símbolo de homenaje y respeto a Weylandt, a su familia, a su equipo y al mundo del ciclismo”, reconocía el vencedor del Tour 2008.
La cuarta etapa del Giro sirve de homenaje para el fallecido Weylandt
El recuerdo de Wouter Weylandt estuvo presente durante la celebración de la cuarta etapa de la edición 2011 del Giro de Italia, disputada entre Genova Quarto dei Mille y Livorno, sobre 216 kilómetros, finalmente neutralizada en señal de duelo por el fallecimiento del belga en la jornada del lunes.
El Leopard-Trek, formación del corredor de 26 años, decidió continuar en carrera pese al dolor que reina en todos sus componentes, abatidos tras el fatal accidente de su compañero en el descenso del Passo del Bocco, que le produjo la muerte en el acto, según confirmó la autopsia.
Antes del inicio de la etapa, se guardó un respetuoso minuto de salida en memoria de Weylandt y posteriormente se dio paso a la jornada, muy dura para todos los ciclistas, entre ellos el velocista americano Tyler Farrar (Garmin-Cervélo), muy unido al belga y que reconoció haber perdido «a un hermano y amigo», y dejando la ronda italiana una vez terminada esta jornada.
Según lo acordado, todos los equipos encabezarían el pelotón cada diez kilómetros, y cuando restase uno, el líder, el escocés David Millar (Garmin-Cervélo), daría la orden para que el Leopard-Trek se quedase solo en cabeza junto a Farrar para cruzar la línea de meta, similar a lo que sucedió en el Tour de Francia de 1995 con el Motorola y el fallecimiento de Fabio Casartelli.
Además, las pancartas, los aficionados portando el dorsal del fallecido (108) y los aplausos acompañaron a los corredores, que portaron brazaletes negros, durante esta larga y sombría etapa de casi seis horas de duración, y las campanas del santuario de Montenero y la iglesia de San Jacobo, en Livorno, sonaron al paso del gran grupo.
Y mientras el pelotón rendía el homenaje a Weylandt, sus familiares, encabezados por sus padres y su mujer llegaban a Italia sumidos en el dolor. Tras pasar por el hospital de Lavagna para reconocer el cuerpo, acudieron al lugar del accidente, donde depositaron unas flores en recuerdo del belga, y luego intentaron estar en la meta de Livorno para el final, pero no llegaron a tiempo.
Este miércoles, el Giro de Italia intentará recuperar su normalidad con la vuelta a la actividad deportiva con la disputa de la quinta etapa, entre las localidades de Piombino y Orvieto sobre 196 kilómetros y con un final empinado, con alguna rampa del 15 por ciento, que podría dar pie a la primera ‘batalla’ entre los aspirantes a la victoria final.
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