Diario de León /  El tiempo seco y soleado, aunque con heladas y una ligera capa de nieve en las cumbres, han permitido realizar con éxito las últimas monterías de la temporada 2.013-14. La Orden General de Vedas fija para el tercer domingo de febrero el final de la temporada por lo que los acotados que disponen de esta especie en sus Planes Cinegéticos han aprovechando la magnífica climatología con temperaturas primaverales especialmente al medio día, y las buenas condiciones del monte para despedir la temporada.

Los resultados que se están conociendo en esta recta final, ya que los responsables disponen de 15 días para comunicarlos, son francamente buenos, igualando e incluso mejorando las monterías que se habían realizado hasta la fecha. La mayor parte de la nieve se ha deshelado en las laderas, quedando ligeras manchas que no han impedido cazar en la montaña. Un final feliz de temporada que esperaban los aficionados que, en esta campaña, han tenido que suspender muchas monterías por la climatología adversa.
Pero la temporada da caza, para algunos, no finaliza aquí. Son cada vez más los aficionados que practican la caza a rececho del corzo desde el primer domingo de abril al primer domingo de agosto. El rececho es una modalidad de caza practicada por un solo cazador provisto de un arma de fuego. De forma activa y a pie efectúa la búsqueda, seguimiento y aproximación a la pieza de caza mayor con el fin de matarla. 
En Castilla y León el uso de perros solamente se autoriza una vez que se ha efectuado el lance y en caso de que el animal quede herido. Es pues un encuentro en solitario con la naturaleza que comienza cuando la primavera está en su plenitud. Para controlar el número de piezas y que éstas no excedan las autorizadas, se disponen de unos precintos que, obligatoriamente, deben utilizarse y portarse. La abundancia de estos pequeños cérvidos es una bendición para el monte. Su expansión es tal que no sólo no hay peligro de extinción, sino que es mas que probable que, en los próximos años, haya que abatirlos por imperativo legal para evitar accidentes y daños. No obstante se impone la formación del cazador para seleccionar los animales adultos y los machos.
Para la cuadrilla Vegalión no puede decirse que la temporada finalizase el pasado domingo. Tras unos pocos días de descanso volverán al monte con una tarea menos divertida pero muy necesaria: limpieza de fuentes y abrevaderos, desbroce de puestos para mejorar la visibilidad, reposición de tablillas, mejora de los refugios… pero eso sí, siempre finalizando el día con una buena merienda. Por cierto, que la temporada ya concluida puede calificarse de positiva para esta cuadrilla si bien, y por muy poco, no consiguieron llegar al centenar de «cochinos» algunos de muy buen porte como los que aparecen en la fotografía.
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